Boletín de la Sociedad Zoológica del Uruguay, 2025
Vol. 34 (1): e34.1.17
ISSN 2393-6940
https://journal.szu.org.uy
DOI: https://doi.org/10.26462/34.1.17
RESUMEN
El diseño adecuado de recintos para animales silvestres
es esencial para promover la expresión de sus necesida-
des comportamentales, proporcionando oportunidades
de elección y control sobre su entorno, lo que mejora su
calidad de vida. Este estudio tuvo como objetivo evaluar y
proponer mejoras en el diseño del recinto de un ejemplar
de Leopardus geoffroyi en cautiverio, en busca de promo-
ver su bienestar. Se realizaron observaciones directas
mediante muestreo ad libitum para elaborar el etograma y
muestreo focal para obtener el presupuesto comporta-
mental. Además, se analizó el uso del espacio con el
Spread of Participation Index modificado y la calidad del
recinto con los indicadores ambientales del protocolo
Ackonc-AWA. Los resultados mostraron bajos niveles de
locomoción y exploración, y preferencia por la parte supe-
rior del recinto, lo que sugiere limitaciones estructurales.
La evaluación ambiental indicó deficiencias graves en el
79% de los indicadores y menores en el 14%. El uso com-
binado de estas metodologías permitió identificar proble-
mas claves y proponer un diseño de recinto, externo (exhi-
bición) e interno (manejo), acondicionado a las necesida-
des del animal. Se recomienda continuar evaluando el
impacto de los cambios para asegurar mejoras en el bie-
nestar. Esta metodología podría aplicarse a otras espe-
cies bajo cuidado humano.
Palabras clave: ambientación de recintos, etograma,
presupuesto comportamental, uso del espacio.
ABSTRACT
Assessment and design of enclosures focused on
animal welfare: a case study on Leopardus geoffroyi.
The proper design of enclosures for wild animals is essen-
tial to promote the expression of their behavioral needs,
providing opportunities for choice and control over their
environment, thereby enhancing their quality of life. This
study aimed to assess and propose improvements to the
enclosure design of a Leopardus geoffroyi specimen in
captivity to promote its welfare. Direct observations were
conducted using ad libitum sampling to create the
ethogram and focal sampling to obtain the behavioral
budget. Additionally, space use was analyzed with the
modified Spread of Participation Index, and enclosure
quality was assessed using the environmental indicators
of the Ackonc-AWA protocol. The results showed low
levels of locomotion and exploration, with a preference for
the upper part of the enclosure, suggesting structural
limitations. The environmental evaluation revealed major
deficiencies in 79% of the indicators and minor deficien-
cies in 14%. The combined use of these methodologies
allowed us to identify key problems and propose an enclo-
sure design, both external (exhibition) and internal (man-
agement), adapted to the needs of the animal. It is recom-
mended to continue assessing the impact of these
changes to ensure improvements in welfare. This method-
ology could be applied to other species under human care.
Key Words: behavioral budget, enclosure design,
ethogram, space use.
Bol. Soc. Zool. Uruguay (2ª época). 2025. ISSN 2393-6940Vol. 34 (1): e34.1.17
EVALUACIÓN Y DISEÑO DE RECINTOS CENTRADOS EN EL BIENESTAR ANIMAL:
ESTUDIO DE CASO EN Leopardus geoffroyi
1 2 3
*
Marcia Lauria , Sylvia Corte , Débora Racciatti
1 CP 11400. Sección Etología, Instituto de Biología, Facultad de Ciencias, UdelaR, Iguá 4225,
Montevideo, Uruguay.
2 CP 11400. Sección Etología, Instituto de Biología, Facultad de Ciencias, UdelaR, Iguá 4225,
Montevideo, Uruguay.
3 C1427CWO. Cátedra de Bienestar Animal, Facultad de Cs. Veterinarias, Universidad de Buenos Aires, Av.
Chorroarín 280, Buenos Aires, Argentina.
*Autora para correspondencia: rlauria@fcien.edu.uy
Fecha de recepción: 25 de octubre de 2024
Fecha de aceptación: 12 de febrero de 2025
.
2
LAURIA et al.
INTRODUCCIÓN
El bienestar animal (BA) es una responsabilidad
fundamental para todas las instituciones que albergan
fauna silvestre, en adelante “zoológicos” (Sherwen,
Hemsworth, Beausoleil, Embury & Mellor, 2018;
Fernandez, Bereton & Coe, 2023). Aunque sus
objetivos de conservación son loables, la justificación
para mantener animales silvestres en cautiverio sólo
es válida si se logran garantizar elevados estándares
de BA (Swaisgood, 2010; Racciatti, Feld, Rial, Blanco
& Tallo-Parra, 2022). El BA se entiende como el estado
de los individuos frente a los esfuerzos por adaptarse a
las condiciones que enfrentan, englobando tanto
experiencias subjetivas como sensaciones derivadas
de la salud, la nutrición, el comportamiento y los
efectos del entorno (Mellor et al., 2020; Broom, 2022).
El diseño adecuado de recintos es fundamental
para garantizar el BA en los zoológicos (Fernandez et
al., 2023). Los recintos externos (RE) deben equilibrar
su función educativa con la promoción de
comportamientos naturales, mientras que los recintos
internos (RI) deben minimizar el estrés por contacto
visual, facilitar el manejo y garantizar la seguridad de
los animales y el personal (Brando & Coe, 2022). La
complejidad ambiental es esencial en ambos casos, ya
que promueve la diversidad de comportamientos,
aumenta las oportunidades de elección y control, y
reduce el estrés, favoreciendo el BA (Mellor, Hunt &
Gusset, 2015b; De Azevedo, Cipreste, Pizzutto &
Young, 2023). Este concepto abarca la geometría
física del hábitat, incluyendo componentes bióticos,
como vegetación o individuos, y abióticos, como el
tamaño, disposición y densidad de los elementos
estructurales (De Azevedo et al., 2023; Fernandez et
al., 2023).
El diseño de recintos también juega un papel clave
en la implementación de los programas de
entrenamiento y enriquecimiento ambiental (EA)
(Miller, Vicino, Sheftel & Lauderdale, 2020). El EA es un
proceso dinámico que requiere recintos diseñados con
estructuras y características que permitan
modificaciones y ajustes para fomentar la expresión de
los comportamientos naturales de la especie
(Wolfensohn et al., 2018). Un recinto bien diseñado
puede optimizar el entrenamiento, lo que promueve la
estimulación psicológica, fortalece el vínculo entre el
animal y su cuidador, y hace que los procedimientos
médicos y de manejo sean más seguros y menos
estresantes (AZA Lion Species Survival Plan, 2012;
Mellor et al., 2015b).
Para un diseño de recintos más efectivo, es
fundamental recurrir a la evidencia científica,
considerando tanto las necesidades específicas de
cada especie como las particularidades de cada
individuo (Rose & Riley, 2019). La adopción de
modificaciones basadas en esta evidencia puede
mitigar los efectos del cautiverio, reducir el estrés y
mejorar el BA. Además, estas mejoras pueden
incrementar el éxito reproductivo y apoyar los objetivos
de rehabilitación o reintroducción (Mason et al., 2013;
Biolatti et al., 2016).
Existen diversas herramientas para evaluar y
mejorar el diseño de recintos, centrados en el BA. Los
etogramas, que registran el repertorio conductual de
las especies, y los presupuestos comportamentales,
que cuantifican la distribución del tiempo en distintas
actividades, constituyen un punto de partida esencial
para analizar el comportamiento animal e investigar la
funcionalidad de los recintos (Miller et al., 2020; Dyson,
2022; Finch et al, 2022). Además, el análisis del uso del
espacio y la evaluación de indicadores de calidad del
recinto también proporcionan información clave. La
identificación de áreas sub o sobre utilizadas puede
revelar deficiencias en el diseño, mientras que
aspectos como el acceso a refugios, zonas de
descanso o alimentación permiten evaluar la
adecuación del entorno y su impacto en el BA (Ross,
Schapiro, Hau & Lukas, 2009; Racciatti et al., 2022; De
Azevedo et al., 2023).
En el mundo, el diseño y manejo de los recintos de
fauna silvestre han estado influenciados por un
proceso de transformación reciente. Históricamente,
los zoológicos fueron concebidos como centros de
colección y exhibición de animales, con escasos
recursos destinados a su bienestar (Rodríguez-Guerra
& Guillén-Salazar, 2007). Sin embargo, en las últimas
décadas, la percepción social ha cambiado y han
surgido iniciativas para mejorar las condiciones de
bienestar de los animales.
En Uruguay, solo una institución zoológica (Biopar-
que M'Bopicuá) está avalada internacionalmente por
las organizaciones que nuclean y evalúan a los centros
zoológicos (ALPZA: Asociación Latinoamericana de
Parques Zoológicos y Acuarios, WAZA: World Associa-
tion of Zoos and Aquariums). Si bien ha habido algún
avance progresivo en las políticas de manejo y en la
atención a las condiciones de los animales, aún persis-
ten desafíos muy significativos. Recientemente, el
escape de un puma (Puma concolor) en la Estación de
Cría de Fauna Autóctona (ECFA) del Cerro Pan de
Azúcar puso en evidencia deficiencias en el diseño
estructural y las condiciones de manejo, resaltando la
necesidad de mejoras en estos entornos (Montevideo
Portal, 2024). De manera similar, un estudio en la
misma institución sobre el bienestar de tres gatos mon-
teses (Leopardus geoffroyi) identificó falencias en el
diseño de los recintos, reflejadas en bajas calificacio-
nes en las cinco libertades y en la presencia de com-
portamientos anormales (González-Barboza, Hilario,
Zorzi & Corte, 2017). Por otro lado, en el Zoológico Villa
Dolores, el traslado de jaguares (Panthera onca) a
recintos más amplios y complejos tuvo un impacto
positivo, reduciendo comportamientos estereotípicos
como el pacing y favoreciendo la expresión de compor-
tamientos naturales (Zambra, 2010).
El gato montés (Leopardus geoffroyi) es un
pequeño felino de pelaje amarillento a grisáceo con
Bol. Soc. Zool. Uruguay (2ª época). 2025. ISSN 2393-6940Vol. 34 (1): e34.1.17
3Evaluación y diseño de un recinto para Leopardus geoffroyi
manchas negras, que habita una amplia variedad de
ambientes como pastizales, humedales y bosques
ribereños del sur de Bolivia, oeste de Paraguay, sur de
Brasil, sur de Argentina (excepto en las provincias de
Misiones y Tierra del Fuego), sur de Chile y Uruguay
(Sunquist & Sunquist, 2002). Sus hábitos son
solitarios, nocturnos y crepusculares, aunque también
muestra cierta actividad diurna y catemeral (Cuellar,
Maffei, Arispe & Noss, 2006; Manfredi et al., 2011;
Albanesi, Jayat & Brown, 2016). Su dieta se compone
principalmente de pequeños roedores y aves, y
ocasionalmente de peces, dependiendo de la
disponibilidad de presas en el entorno (Bisceglia,
Pereira, Teta & de Villafañe, 2008; Sousa & Bager,
2008; Hunter, 2015).
Esta especie es comúnmente observada en
zoológicos, con reportes de su mantenimiento en
cautiverio en Argentina, Brasil y Uruguay (Resende,
Remy, Ramos & Andriolo, 2009; Rodríguez & Rohrer,
2014; Scheifler et al., 2022). Sin embargo, existe una
limitada información sobre las características
específicas para el diseño de recintos que aseguren su
bienestar. A pesar de su presencia en zoológicos,
esta especie suele recibir menor atención en términos
de investigación y planificación de recintos en
comparación con otros felinos más carismáticos. En
particular, hemos identificado que existe poca
información documentada sobre sus necesidades
específicas en cautiverio y sobre el diseño óptimo de
recintos que promuevan su bienestar (obs. pers.).
Este estudio tiene como objetivo evaluar y
proponer mejoras en el diseño del recinto de un
ejemplar de L. geoffroyi en cautiverio, mediante el uso
combinado de diversas herramientas metodológicas,
con el fin de optimizar su entorno y promover el BA.
MATERIALES Y MÉTODOS
Ética de la investigación
El estudio se basó en una observación no invasiva
ni intrusiva, sin intervenciones en los animales. Se
utilizó ChatGPT (OpenAI, 2024) como herramienta de
apoyo en la redacción del manuscrito, principalmente
para la organización y estilo del texto.
Sujeto y área de estudio
El presente estudio constituye un análisis derivado
de una tesis de Licenciatura (Lauría, 2023) que se
realizó en la ECFA de Piriápolis, Maldonado, Uruguay
(34°48'54.80"S, 55°14'56.51"W), un parque de 86 ha
que alberga especies autóctonas. Se trabajó con un
adulto de L. geoffroyi, de entre 15 y 20 años, sin
información sobre su historia de vida, origen o sexo.
El recinto, ubicado en un monte nativo, tenía
aproximadamente 30 de superficie y tres metros de
altura (Fig. 1A). Estaba cerca de otros dos recintos de
L. geoffroyi, permitiendo que los animales pudieran
verse, olerse y escucharse. Contaba con suelo de
tierra, un árbol, un refugio pequeño de madera con
techo de chapa (Fig. 1B), un bebedero de plástico de
llenado manual, y rocas sobre las que se colocaba el
alimento (Fig. 1C). El cerramiento era de alambre y no
contaba con valla de seguridad, RI ni áreas para
manejo.
Evaluación comportamental
Se realizaron observaciones a simple vista (seis
horas y 18 minutos) y con una cámara filmadora (Ca-
non FS31) (cinco horas y 17 minutos), desde dos a tres
metros de distancia, registrándose un total de 11 horas
y 35 minutos de observación de comportamientos. Se
llevaron a cabo exclusivamente durante el día debido a
restricciones operativas del zoológico que no permitía
permanecer en la institución más allá del horario de
cierre (18hs). Durante el periodo de estudio, las tempe-
raturas en Maldonado fluctuaron entre 6°C y 32°C, con
una humedad relativa entre 60% y 90%.
En septiembre de 2020, se realizó una prueba pilo-
to de aproximadamente dos horas de observación,
complementada con la toma de fotografías. Luego la
institución cerró sus puertas debido a la pandemia por
COVID 19 y recién a mediados del 2021 fue posible
retomar las actividades. El registro comportamental,
realizado entre julio y diciembre de 2021, se desarrolló
en dos etapas. En la primera etapa, se acumularon
cuatro horas y 37 minutos de observaciones mediante
muestreo ad libitum (Martin & Bateson, 1993; Slater,
2000), distribuidas en cuatro días, entre las 10 y las 17
hs. Por medio de fotografías se realizó una segmenta-
ción corporal detallada, desde las perspectivas frontal
(Fig. 2A) y lateral (Fig. 2B), que facilitó y sistematizó las
descripciones del etograma.
A partir de este registro inicial, se elaboró un etogra-
ma específico para L. geoffroyi, tomando como refe-
rencia el etograma de Stanton, Sullivan y Fazio (2015).
Para evaluar la completitud de las observaciones, se
confeccionó una curva de saturación (pautas nuevas
vs. acumuladas) y se calculó el índice de cobertura de
la muestra (IC) (Lahitte, Ferrari & Lázaro, 2005), defini-
do como IC=1−F1/N, donde F1 es el número de com-
portamientos registrados una sola vez y N el número
total de registros. Un valor cercano a uno indica una
mayor exhaustividad en la detección de los comporta-
mientos relevantes.
La segunda etapa consistió en seis horas y 18 minu-
tos de muestreos focales con registro continuo, reali-
zados en sesiones de 10 minutos, distribuidas en seis
días, entre las 10:30 y las 19:30 hs (Martin & Bateson,
1993). Los datos obtenidos fueron registrados manual-
mente en planillas, y se calcularon las frecuencias de
aparición (eventos) y las duraciones (estados) de las
distintas categorías funcionales. Las frecuencias e
intervalos observados fueron ajustados en función del
tiempo total de observación. Con esta información se
elaboró el presupuesto comportamental y la frecuencia
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LAURIA et al.
de eventos (Corte, 2007). Además, el etograma resul-
tante de las observaciones ad libitum se completó con
las nuevas pautas conductuales detectadas durante
esta etapa.
Evaluación del recinto y su uso
Para estudiar el uso del espacio por parte del
felino, se esquematizó y dividió el recinto en cinco
4
Fig. 1. Imagen real del recinto. A: Nótese el suelo de tierra sin vegetación, materiales y confección del refugio, recipiente para el
agua, y zona de piedras donde se le coloca la comida. B: Refugio pequeño de madera, sustrato de paja y techo de chapa. C:
Recipiente con agua y alimento sobre la piedra.
Fig. 2. Segmentación corporal. Las fotos fueron tomadas de videos de cámaras trampas proporcionados por “Uruguay
fototrampeo”. A: Vista frontal de un ejemplar de L. geoffroyi en vida libre. B: Vista lateral de un ejemplar de L. geoffroyi en vida
libre.
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5Evaluación y diseño de un recinto para Leopardus geoffroyi
zonas: refugio, suelo-fondo, suelo-frente, zona de
alimentación y árbol (Fig. 3). Para determinar la ubi-
cación del ejemplar se realizaron muestreos de barri-
do con registros instantáneos cada 30 minutos (Mar-
tin & Bateson, 1993), desarrollados en simultáneo a
los muestreos focales. Con estos datos, se calculó el
Spread of Participation Index modificado (SPI) de
Plowman (2003), que mide la equidad en el uso de
las zonas del recinto. Esta versión, adaptada del
cálculo estándar de Hedeen (1982), permite evaluar
recintos con áreas de tamaño desigual. El índice se
calcula mediante la fórmula: SPI = |fo−fe| / 2(N−fe
min), donde fo es la frecuencia observada en cada
zona, fe es la frecuencia esperada, fe min es la fre-
cuencia esperada en la zona más pequeña y N es el
número total de registros. El valor del SPI varía entre
cero y uno, donde cero indica un uso equitativo y uno
sugiere el uso exclusivo de una sola zona. Además,
se analizó la diferencia entre el uso observado y el
esperado para cada zona (D = fo - fe), donde un valor
de D = 0 indica que la zona se utiliza de acuerdo con
lo esperado, D > 0 indica un uso mayor al esperado y
D < 0 indica un uso menor al esperado.
Adicionalmente, se realizó una evaluación
exhaustiva del recinto utilizando una adaptación del
protocolo Ackonc-AWA (Racciatti, Rial & Feld, 2023),
un método multidimensional para evaluar el bienestar
de animales silvestres bajo cuidado humano. Este
protocolo incluye mediciones basadas en los animales
(ABM), los recursos (RBM) y el manejo (MBM). Para
este estudio, se consideraron solo las RBM y MBM del
dominio ambiental, evaluando factores como sustrato,
temperatura, humedad, ventilación, iluminacn,
mantenimiento, dimensiones, complejidad ambiental,
recintos circundantes, disponibilidad de refugios,
presencia del público, composición del grupo, y las
posibilidades de elección y control del entorno y
manejo. Los indicadores fueron clasificados en una
escala de tres puntos: (A) Normal, sin riesgos
observables para el BA, (B) Desviación, riesgo leve
para el BA, (C) Desviación grave, riesgo significativo
para el BA.
Diseño del nuevo recinto
Se realizó una búsqueda bibliográfica para recopi-
lar información sobre las conductas específicas y la
ecología de la especie, integrando estos datos con los
resultados del presupuesto comportamental, uso del
espacio y evaluación de la calidad del recinto. Ade-
más, se consultaron diseños de recintos para felinos
en el sitio Zoo Design Organization (https://zoolex.
org) y se solicitó información a personal especializa-
do en la ambientación de recintos del Ecoparque de
la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
RESULTADOS
Evaluación comportamental
Se registraron 12 pautas comportamentales duran-
te el muestreo ad libitum, con un IC de 1. La curva de
saturación mostró la primera asíntota tras cuatro días
de observación (Fig. 4). Posteriormente, se comple-
mentó el etograma con nueve conductas adicionales
detectadas en los muestreos focales, alcanzando un
total de 21 pautas distribuidas en ocho categorías fun-
cionales: Inactivo, Alimentación, Locomoción, Com-
portamientos estereotípicos, Fisiológico, Manteni-
miento, Exploratoria y Vocalizaciones (Tabla 1).
El presupuesto comportamental mostró que el
individuo dedicó la mayor parte del tiempo a la inactivi-
dad, tanto en el análisis diario (entre el 60-90%) (Fig.
Fig. 3. Segmentación esquemática del recinto en el que se alojaba el felino bajo estudio. Las formas que lo componen no se
encuentran representadas a escala.
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LAURIA et al. 6
Fig. 4. Curva de saturación que muestra la relación entre el tiempo de observación y el número acumulativo de
comportamientos registrados de la especie estudiada.
Tabla 1. Etograma del ejemplar de Leopardus geoffroyi. Descripción de las unidades comportamentales observadas, clasificadas como
estados (Es) o eventos (Ev).
Unidad Descripción de la unidad
Conductas de la categoría Inactivo
Crouch en El animal mantiene su lomo encorvado, con el vientre y los miembros apoyados en una superficie, la cola puede estar
el suelo colgando y presentar movimientos espasmódicos en la parte más distal. La cabeza está elevada por encima de la cruz, con
(Es) (Ev) los ojos abiertos observando atentamente.
De pie (Es)(Ev) El animal está en posición erguida e inmóvil, con los cuatro miembros extendidos y las cuatro patas apoyadas sobre el suelo.
Reposar en el El animal se encuentra sobre el árbol, con el vientre y los miembros apoyados en las ramas, la cola recogida o colgando,
árbol (Es)(Ev) pudiendo presentar leves movimientos en la parte más distal. Los ojos pueden estar abiertos o cerrados.
Sentado en el El animal está en posición erguida, con los miembros traseros flexionados y apoyados sobre una superficie, mientras que los
suelo (Es)(Ev) miembros delanteros están extendidos y rectos. Los ojos suelen estar abiertos.
Echado El cuerpo del gato está en el suelo en una posición horizontal, de costado. Los ojos pueden estar abiertos o cerrados.
(Es)(Ev)
Perchar El animal se encuentra sobre las ramas de un árbol, con algunos o todos los miembros y la cola colgando desde las ramas.
(Es)(Ev) La posición de la cabeza y los ojos es indistinta.
Conductas de la categoría Alimentación
Comer El animal ingiere comida (u otras sustancias comestibles) masticando y tragando.
(Es) (Ev)
Conductas de la categoría Locomoción
Caminar El animal se desplaza sobre el suelo, hacia adelante, con un movimiento ambulatorio que coordina los pasos de los
(Es) (Ev) miembros anteriores y posteriores.
Trepar El animal asciende o desciende por un árbol, objeto o estructura afianzándose con sus garras.
(Es)(Ev)
Trotar El animal se desplaza en un paso de dos tiempos en el que las patas delanteras y traseras opuestas se mueven hacia
(Es) (Ev) adelante juntas, cubriendo largas distancias a un ritmo constante.
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5A) como en el análisis compilado para el total del
período (74,71%) (Fig. 5B). El comportamiento este-
reotípico en forma de pacing, fue la segunda categoría
más representada (10,95%). En cuanto al manteni-
miento (4,56%), las sesiones de acicalamiento varia-
ron en duración, desde 15 segundos hasta 4,5 minu-
7
Tabla 1. Cont..
Unidad Descripción de la unidad
Saltar (Ev) El animal se impulsa con sus miembros posteriores y despega las cuatro patas del suelo para dirigirse de un punto a otro, ya
sea vertical u horizontalmente.
Correr El animal se desplaza a un paso de tres tiempos en el que un par de miembros en diagonal avanzan y aterrizan juntos
(Es) (Ev) mientras que los otros dos miembros avanzan y aterrizan por separado.
Conductas de la categoría Estereotipias
Pacing El animal realiza una locomoción repetitiva en un patrón fijo, de ida y vuelta a lo largo de la misma ruta. La locomoción pudo
(Es)(Ev) ser vista caminando y trotando. Puede incluir quedarse de pie unos segundos observando y luego seguir con la locomoción.
Conductas de la categoría Fisiológico
Desperezarse Estando de pie, el animal extiende sus miembros delanteros mientras encorva el lomo hacia abajo y/o hacia arriba, y luego
(Es)(Ev) vuelve a su posición normal.
Estirar (Ev) Mientras tiene el vientre apoyado en una superficie, con los miembros colgando, el animal extiende los músculos de uno o
más miembros, junto con los dedos, alargándolos hacia adelante. Puede hacerlo primero uno y después el otro o todos a la
vez, y luego los vuelve a la posición normal.
Bostezar (Ev) El animal abre la boca ampliamente mientras inhala, luego cierra la boca mientras exhala profundamente.
Orinar (Es)(Ev) El gato suelta orina mientras los miembros traseros están flexionados y apoyados en el suelo, y los miembros delanteros
están extendidos y rectos.
Echado Mientras está echado, el animal respira por la boca de forma agitada, con la lengua extendida hacia afuera de la cavidad
jadeando bucal.
(Es) (Ev)
Conductas de la categoría Mantenimiento
Acicalarse El animal se lame o mastica el pelaje de su cuerpo. También puede incluir lamer un miembro delantero y pasárselo por la
(Es)(Ev) cabeza. Puede hacerlo estando en posición echado, sentado, reposando o de pie.
Conductas de la categoría Exploratoria
Observar El animal permanece con la cabeza erguida y la mirada fija en un estímulo. Puede subir los miembros anteriores a una roca
(Es)(Ev) para observar en altura.
Conductas de la categoría Vocalizaciones
Sisear (Ev) El animal emite un sonido prolongado y de baja intensidad producido por la rápida expulsión de aire por su boca, en contexto
agonístico y/o defensivo. Este sonido se realiza con la boca ligeramente abierta y los dientes expuestos, sonando como una
larga exhalación. Se caracteriza por ser una reacción involuntaria ante un enemigo aparente. Durante este proceso, el gato
puede arquear su lomo, erizar el pelo, y retraer las orejas como parte de una postura defensiva. A nivel fonético, el siseo
suele manifestarse con sonidos que pueden asemejarse a [], [ħː], [çː], [ʃː], o [ʂː], dependiendo del nivel de amenaza
percibido y la intensidad de la reacción.
Gruñir (Es)(Ev) El animal emite un ruido, gutural y grave que se produce mientras la boca está cerrada.
“Spit” (Ev) Variación intensa del siseo, también considerada un sonido agonístico. Es una exhalación repentina que resulta en una
ráfaga de ruido explosivo y corto, producido en situaciones agonísticas. Este sonido es similar a una consonante oclusiva,
como [tʃː], [ʈʂː], [khː]. Es acompañado por una reacción rápida y brusca del cuerpo que demuestra una mezcla de defensa y
agresividad similares a las expresadas durante un siseo. Suele ser acompañado por un tensado inmediato de los músculos,
las patas delanteras se extienden hacia adelante o hacia los lados, y puede incluso dar un zarpazo al aire o a la fuente de la
amenaza.
Evaluación y diseño de un recinto para Leopardus geoffroyi
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tos. La exploración (1,81%) se limitó únicamente a
observación. La alimentación (1,02%) y la locomoción
(0,96%) se registraron en tiempos muy limitados y solo
en uno de los seis días de observación. Finalmente, las
dos categorías menos representadas fueron las vocali-
zaciones (0,13%) y los comportamientos fisiológicos
(0,07%). Las vocalizaciones fueron agonísticas y se
dieron ante la presencia de un ejemplar libre de Nasua
nasua.
La frecuencia de eventos analizados por día (Fig.
6A) y para todo el período (Fig. 6B) mostró que la
inactividad fue el comportamiento más frecuente
(0,24) con picos en dos fechas, lo que indicó su alta
prevalencia. Las conductas fisiológicas se registraron
como la segunda categoría más frecuente (0,14),
alcanzando su pico en una jornada específica. Los
comportamientos exploratorios tuvieron una
frecuencia baja (0,05), con una tendencia a disminuir
entre los días 30/9 y 7/12. No obstante, esta tendencia
no fue sostenida en el tiempo, ya que en los días
siguientes la frecuencia de estos comportamientos
volvió a aumentar. Las actividades de mantenimiento
(0,04) y la locomoción (0,03) se presentaron con baja
frecuencia, con variaciones en ciertos momentos del
período de observación. El pacing mostró picos de
mayor frecuencia en los primeros tres días de
observación, aunque su incidencia general fue baja
(0,04). Finalmente, las vocalizaciones fueron las
conductas menos frecuentes, observadas sólo en el
contexto antes mencionado.
Evaluación del recinto y su uso
El resultado del SPI modificado fue de 0,325. Se
observó un uso preferencial del espacio, con
variaciones según la zona. Las áreas con un uso
superior al esperado fueron la zona del árbol (N=35,
D=15,5), utilizada principalmente para el descanso; la
zona de refugio (N=9, D=2,5), que no se usó para
descansar; y el suelo en la zona del fondo (N=14,
D=1), donde se concentró el pacing. En contraste, las
zonas con un uso inferior al esperado fueron la zona
de alimentación (N=0, D=-6,5) y el suelo en la parte
frontal del recinto (N=7, D=-12,5). Durante los
barridos, no se observó al ejemplar en la zona de
alimentación (Tabla 2).
El análisis descriptivo del recinto reveló que el 79%
de las variables estudiadas presentaban una
desviacn grave (C), el 14% mostraban una
desviación leve (B), y sólo una variable fue calificada
como normal (A) (7%) (Tabla 3).
Diseño del nuevo recinto
El diseño propuesto se orienta a crear un entorno
de mayor complejidad ambiental para el ejemplar de L.
geoffroyi, que integre tanto el espacio horizontal como
vertical, favorezca la diversidad comportamental y
ofrezca oportunidades de elección y control sobre su
ambiente.
El RE tendrá una forma semicircular con un área
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de, como mínimo, 20 m y 2,5 m de altura (Fig. 7). Su
orientación se planificará estratégicamente para
maximizar la exposición a luz natural durante gran
parte del día, considerando la ubicación del sol. En
términos de seguridad, todo el perímetro y el techo
estarán protegidos con tejido de alambre reforzado,
complementados con una valla perimetral externa. La
zona de observación contará con una pared vidriada,
parcialmente cubierta por paneles de madera con
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Fig. 5. Presupuesto comportamental. A: Presupuesto de las categorías funcionales por día de registro focal. B: Presupuesto de
las categorías funcionales al final del registro focal.
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ventanas, y una valla de seguridad adicional,
permitiendo una observación controlada del animal.
Estará acompañada de cartelería informativa sobre L.
geoffroyi.
La ambientación del RE incluirá un monte nativo
con árboles y arbustos de diversas alturas, tanto adul-
tos como nuevas plantaciones, y un sustrato natural
complementado con áreas rocosas, tierra y arena.
También incorporará una pileta con una superficie
mínima de dos m², con una pendiente suave para el
ingreso a la misma, que aumenta progresivamente
hasta alcanzar una profundidad de 40 cm, lo que per-
mitirá al felino sumergir completamente su cuerpo si lo
desea. La construcción utilizará materiales no tóxicos y
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Fig. 6. Frecuencia de eventos. A: Frecuencia de aparición de las categorías funcionales, ajustada al tiempo total de observación
de cada día de registro focal. El eje X representa los días de observación. El eje Y muestra la frecuencia ajustada de cada
categoría comportamental en función del tiempo total observado en cada jornada. B: Distribución acumulada de la frecuencia
de eventos de todos los registros focales, que indica la cantidad total de veces que se observó cada categoría en el tiempo total
de observación.
Fig. 7. Representación esquemática del diseño propuesto para el nuevo recinto externo.
Evaluación y diseño de un recinto para Leopardus geoffroyi
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fáciles de limpiar, y se podrá enriquecer con elementos
como troncos flotantes o vegetación acuática en
pequeñas áreas, así como peces vivos.
El diseño del espacio vertical permitirá que el
animal acceda a al menos el 75% de esta área. Incluirá
plataformas accesibles desde el suelo mediante
rampas, conectadas por un circuito de pasarelas, y se
instalarán estructuras de descanso en altura, como
hamacas fabricadas con mangueras de bombero
entrelazadas.
Para garantizar el confort térmico, se dispondrán
áreas sombreadas en los sectores de sustratos
variados, plataformas y escondites, utilizando tanto
árboles como sombra artificial. La pileta estará
estratégicamente ubicada para que una parte reciba
sombra del monte, asegurando temperaturas
agradables del agua durante el día. Además, se
instalarán múltiples puntos de acceso a agua potable
distribuidos en áreas protegidas del sol.
El RI (Fig. 8) se ubicará detrás del RE, no será
visible al público y contará con tres áreas principales:
la zona de refugio, la zona estéril y los bretes (Fig. 9A).
La iluminación natural estará garantizada mediante
banderolas en las paredes y claraboyas en el techo.
También contará con un sistema de calefacción e
iluminación artificial de espectro completo, con una
intensidad de 11 lux. Las tres áreas estarán interco-
nectadas mediante corredores (Fig. 9B), facilitando el
acceso y el manejo.
La zona de refugio será un espacio cerrado de,
como mínimo, 1.8 m x 3.7 m, con una altura de 2.4 m, al
que el ejemplar podrá acceder exclusivamente a
través de un corredor que lo conecta con el RE. Estará
compuesto por paredes, techo y suelo de hormigón,
cubierto con una capa de biopiso (chips de corteza).
También incluirá secciones con distintos tipos de
sustrato (arena, tierra, piedras) y vegetación vertical
(Fig. 10A). Contará con bateas con agua, plataformas
en altura, troncos y elementos que permitirán al
ejemplar trepar, saltar y arañar (Fig. 10B). Además, se
dispondrá de una estructura de descanso en forma de
cueva (Fig. 10C).
La zona estéril está pensada para funcionar como
recinto adicional, cuando sea necesario mantener al
animal en reposo en un ambiente controlado, o aislarlo
por motivos de salud o de manejo. Será de acceso
exclusivo para cuidadores, con dimensiones similares
al refugio y conectada mediante corredores. Estará
techada, con suelo de baldosa y paredes de material
lavable. Los muebles serán removibles, facilitando la
limpieza y el mantenimiento.
Se instalarán bretes adyacentes a las zonas de
refugio y estéril, que permitirán el contacto protegido
con el animal. Cada brete tendrá una superficie mínima
de 0,6 y una altura de 0,6 m, y estarán conectados a
los corredores. El acceso del ejemplar se gestionará
mediante una puerta metálica que une los bretes con el
refugio y la zona de manejo. Además, un corredor
específico conectará el RI con el RE, facilitando el
desplazamiento controlado del animal. Los corredores
para el personal conectarán todas las zonas,
optimizando el acceso y el manejo diario del recinto.
También es importante el uso de puertas de
transferencia diseñadas para la seguridad de los
animales y cuidadores.
DISCUSIÓN
Etograma y presupuesto comportamental
Las conductas observadas fueron consistentes con
las documentadas en estudios previos de L. geoffroyi
en cautiverio (Resende et al., 2009), lo que refuerza la
validez del etograma desarrollado y su aplicabilidad a
otros individuos de la especie bajo condiciones
similares.
El ejemplar estudiado pasó el 86% del tiempo
diurno entre inactividad y realizando comportamientos
estereotípicos, un patrón consistente con lo reportado
para felinos en cautiverio en recintos poco
enriquecidos o con espacio limitado (Resende et al.,
2009). Aunque L. geoffroyi es más activo durante la
noche, momento en el que realiza patrullajes, caza y
exploración (González & Martínez-Lanfranco, 2010;
Hunter, 2015), también puede tener actividad diurna
y/o catemeral (Cuellar et al., 2006; Albanesi et al.,
2016). En este sentido, la provisión directa de alimento
y la falta de oportunidades comportamentales, como la
exploración y la caza, podrían explicar, al menos en
parte, la baja proporción de comportamientos
apetitivos, la inactividad prolongada y el pacing
(Lindburg, 1988; Shepherdson, 1998). Este último
comportamiento presentó una duración elevada en los
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Tabla 2. Uso de zonas del recinto. N es la frecuencia observada en dicha zona, D indica la diferencia entre la frecuencia esperada
y la observada. Un valor negativo de D indica menos uso del esperado y un valor positivo indica más uso del esperado. El SPI
refleja el índice de distribución del uso del espacio (de 0 a 1), donde 0 indica un uso equitativo de todas las zonas y 1 indica el uso
exclusivo de una zona.
Refugio Alimentación Árbol Suelo-Frente Suelo-Fondo SPI
N D N D N D N D N D
0,325
9 2,5 0 -6,5 35 15,5 7 -12,5 14 1
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primeros días y estuvo ausente en los tres siguientes,
sin que se identifiquen factores claros que expliquen
esta variación. Algunas razones por las que las
conductas estereotípicas son comunes en animales en
cautiverio son el aburrimiento, las condiciones muy
restringidas de encierro y el estrés (Mason, 2008). En
este caso, la presencia del observador, al introducir un
elemento novedoso en el ambiente, podría haber sido
percibida como un estresor por el felino. Sin embargo,
con la habituación del animal a su presencia, el pacing
pudo haber disminuido o dejar de manifestarse.
Las observaciones de este estudio se limitaron al
periodo diurno, debido a las restricciones existentes
en la institución, lo que subraya la importancia de
extender las observaciones al horario nocturno para
obtener un panorama más completo del comporta-
miento de la especie.
Las vocalizaciones agonísticas observadas en
presencia de un ejemplar de N. nasua representan una
respuesta esperable ante la incursión de otro carnívoro
en el territorio (Stanton et al., 2015). Sin embargo,
considerando la presencia recurrente de esta especie
cerca del recinto, se recomienda investigar si estas
interacciones generan estrés en el felino. Aunque los
comportamientos agonísticos forman parte del
repertorio natural de la especie, futuros estudios
11 Evaluación y diseño de un recinto para Leopardus geoffroyi
Fig. 8. Representación esquemática del diseño propuesto para el nuevo recinto interno.
Fig. 9. Recinto interno del Ecoparque Interactivo de la Ciudad de Bs As. A: Bretes. B: Corredores internos a los bretes.
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